En los abismos donde la luz no existe y el terror se palpa, acecha el Grott'maar, una bestia diseñada para la caza perfecta en la oscuridad. Nuestro Comandante tuvo el desafortunado honor de enfrentarse a esta abominación en la inmensidad de la nave plenaria Z’khar Vornh II.

Una Mole de Furia Ciega:
El Grott'maar es una criatura de dimensiones aterradoras, con más de cinco metros de altura, una mole imponente que avanza con una furia desatada. Su cuerpo está cubierto por una piel gruesa y espinosa, áspera al tacto y casi impenetrable, una coraza natural forjada para resistir el castigo. Siempre lo encontrarás cubierto de lodo y sangre seca, un testimonio mudo de sus recientes cacerías y de los ambientes putrefactos donde suele habitar.
Lo más distintivo y aterrador del Grott'maar es su rostro: no tiene ojos. En su lugar, solo se percibe una furia palpable, una esencia depredadora que no necesita la vista para operar. Sus sentidos están reajustados para convertir la oscuridad en su mejor aliada.
Cazador Guiado por el Instinto Brutal:

La principal herramienta de caza del Grott'maar es su mandíbula gigantesca, armada con dientes afilados como dagas. Cada uno de estos colmillos es una sentencia de muerte, capaz de desgarrar carne y hueso con una facilidad brutal. Pero su verdadera letalidad reside en su capacidad sensorial:
- Olfato del Miedo: Posee un sentido del olfato extraordinariamente agudo, capaz de detectar feromonas de estrés y miedo a grandes distancias. Esto le permite rastrear a sus presas por el pánico que emiten.
- Percepción de Vibraciones: Sus patas y piel están finamente sintonizadas para sentir las vibraciones más mínimas del movimiento en el suelo o en las estructuras circundantes. Para el Grott'maar, el universo es una sinfonía de ecos y resonancias que le revelan la ubicación exacta de su próxima víctima.
- Ecolocalización Primitiva: Complementa sus otros sentidos con una forma rudimentaria de ecolocalización, emitiendo chasquidos o gruñidos de baja frecuencia que le permiten construir un mapa tridimensional de su entorno, incluso en la ausencia total de luz.
- Fuerza Desmedida: Su masa y musculatura le otorgan una fuerza descomunal, capaz de derribar muros, aplastar vehículos pequeños y someter a criaturas mucho más ágiles.
El Enfrentamiento en el Gigante Estelar:
Fue en las profundidades de la nave plenaria Z’khar Vornh II, una estructura tan masiva como nuestro propio sol, donde el Comandante se encontró con la furia ciega del Grott'maar. En los vastos y oscuros compartimentos de esta nave, cada paso del Comandante resonaba, convirtiéndolo en un faro para el depredador. El enfrentamiento con esta bestia, que cazaba sin ver, fue una prueba de ingenio y valor, obligando a nuestro héroe a anular sus propios sentidos para evitar convertirse en el próximo festín de esta máquina de matar sin ojos.
El Grott'maar es un recordatorio de que la oscuridad no es sinónimo de impotencia, y que los depredadores más letales son a menudo aquellos que confían en sentidos más allá de lo que podemos imaginar.